En el reino animal, cualquier atributo es poco para lograr la atención de una pareja con la que procrear, lo que ha dado lugar a las más diversas estrategias de conquista. La ofrenda de regalos o de elaborados nidos es característica de muchas especies, pero hasta ahora no se sabía de ninguna que cantara a los cuatro vientos las bondades de su hogar.
Precisamente eso es lo que hacen los machos de la rana Emei, según publican Jianguo Cui, de la Academia China de Ciencias, y sus colegas en Biology Letters. Tras excavar una oquedad en la ladera de un río o lago, el pretendiente se introduce en ella y emite una serie se sonidos con información acerca de la anchura y profundidad de la misma. La baja frecuencia y la duración de las notas de ese canto lo distinguen claramente del que profieren cuando se encuentran fuera del nido. Los científicos comprobaron también que la publicidad sonora resulta, ya que más del 70% de las hembras que escuchaban los dos tipos de llamada sucumbían al que contenía la información inmobiliaria sobre el hogar en el que concebirán, parirán y criarán a sus hijos.
¿Crees que conseguiría conquistarte a ti también?
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Pilar Gil Villar