Los pájaros cantores constituyen casi la mitad de las 10.000 especies de aves del mundo, incluidas las currucas, los zorzales y los gorriones. Pero, ¿por qué cantan?
El canto de un pájaro es sinónimo de alegría para muchos, incluso para muchos teóricos (casi nunca científicos) que han defendido a lo largo de los años que las aves pían por puro gusto, porque les divierte. Nada de eso.
La evidencia sugiere que, en parte, es para proclamar y defender sus territorios. Los estudios también han demostrado que las canciones desempeñan un papel crucial para atraer e impresionar a posibles compañeros y pueden indicar la salud general del cantante. Al igual que en los humanos, el canto de los pájaros es a menudo una oportunidad para lucirse.
En realidad los auténticos expertos se debaten entre dos posibilidades fundamentales: que lo hagan para atraer al sexo opuesto o para marcar su territorio. O más bien un poco de cada.
Está demostrado que los machos más insistentes en su canto son los que más deprisa atraen a las hembras y que la persistencia depende también de lo que puedan ofrecer.
Por ejemplo, un pájaro que tiene comida de sobra en su nido cantará con mayor vehemencia que el que no la tiene. Por otro lado, se sabe que el canto es una forma de repeler a los rivales.
Algunas especies reaccionan de forma agresiva al canto de otro individuo y llegan incluso a atacar el altavoz con el que los investigadores reproducen su sonido.
Redacción QUO