Los chimpancés obtienen el etanol que les emborracha de la palma de rafia, que produce alcohol al 3,8%
Parece que el botellón no es únicamente cosa de humanos. Un reciente estudio realizado por Tetsuro Matsuzawa, primatólogo de la Universidad de Kioto, y cuyos resultados se han publicado en la revista de la Royal Society del Reino Unido, demuestra que los chimpancés también son aficionados al consumo de alcohol.
Evidentemente, los monos no van al chino de la esquina a comprar litronas. Pero eso no les supone ningún impedimento «para ponerse tibios», ya que obtienen el etanol de la palma de rafia, una planta que produce etanol con una graduación del 3,8%. Los simios fabrican sus propias herramientas para obtener el licor a partir de hojas que ellos mismos machacan. Elaboran una especie de esponja que mojan en la savia de la palma, fermentada naturalmente, para después chuparla.
No se han observado diferencias de edad o sexo en cuanto a la ingesta del alcohol, y se comprobó incluso que algunos de estos simios lo consumen en cantidades suficientes para mostrar un comportamiento típicamente ebrio, como por ejemplo somnolencia.
Este estudio complementa otro anterior, realizado en 2010, que descubrió que los humanos y varias especies de primates, entre ellos los chimpancés, comparten una enzima llamada alcohol deshidrogenasa 4 (ASH4) que les permite sintetizar el alcohol. Visto los visto… ¡barra libre para todos, humanos y primates!