Seguro que te ha pasado alguna vez. Estás tranquilamente tomando algo en una terraza y un ‘dulce’ pajarito se posa en tu mesa buscando algo que picar. Como son adorables, acudes a las patatas, pan o cualquier otro alimento que le puede satisfacer. Pero una vez has llenado a alguno la panza, aparecen un grupo de ellos, que no dudarán en darse picotazos y luchar por conseguir la ansiada miga de pan. Y es que, los pájaros de campo son mucho menos agresivos que los que conviven en la ciudad, un ambiente para ellos mucho más hostil.
En la naturaleza, los pájaros tienen territorios más delimitados en los que poder cazar pero en el caso de los urbanitas… la cosa se recrudece. Cualquier lugar y momento puede ser una opción para conseguir comida, lo que les hace estar constantemente dispuestos a pelear. Esto es lo que han observado unos investigadores que han publicado sus conclusiones en la revista Behavioral Ecology. Analizaron el comportamiento de gorriones en zonas rurales y también urbanas. Fue entonces cuando se percataron de que los gorriones urbanos cantaban de una forma más agresiva que sus primos del campo y llegaron a la conclusión de que esto se debía al hacinamiento. Al fin y al cabo no son tan distintos de nosotros: el índice de violencia de los seres humanos aumenta también en ciudades.
Pero al final resultó que el hacinamiento nada tenía que ver con su actitud. Tras realizar varios experimentos, los investigadores encontraron que las aves eran mucho más agresivas porque las ciudades les proporcionaban más oportunidades de conseguir alimentos que los entornos rurales. Y cuando los gorriones conviven en sitios donde abunda la comida, muestran un comportamiento más agresivo. Así que, la próxima vez que piensen en alimentar a un lindo pajarito con unas migajas de pan, piensa que puedes crear una pelea de grandes proporciones.
Fuentes:
Behavioral Ecology | news.sciencemag.org | gizmodo.com |
Redacción QUO