En la costa inglesa, donde el Canal de la Mancha se abre al océano Atlántico, se encuentra el archipiélago de las islas Sorlingas, más de 140 islas e islotes, algunas de ellas habitadas desde la Edad de Piedra. La zona es un parque marino protegido, por eso no es extraño que las focas no identifiquen al ser humano como una amenaza. Y esto es lo que le ocurrió al submarinista Gary Grayson, cuando tuv un encuentro con una foca gris (Halichoerus grypus). Se sabía que las focas pueden tener conductas sexuales extrañas y habilidades para la huida extraordinarias, pero este nivel de interacción resulta inesperado.
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Juan Scaliter