Stanley Coren, experto canino y profesor de psicología en la Universidad de Columbia Británica, acaba de hacer un favor a todos los perros del mundo al anunciar su último descubrimiento: los perros odian que les abracen.
Ni mucho menos esto quiere decir que tu perro no te quiera tanto como parecía. Más bien, que las formas de expresar cariño son diferentes entre especies. Según explica Coren en un artículo publicado en Psychology Today, nuestras mascotas se sienten infelices y estresadas cuando las abrazamos ¿Por qué? Por un razonamiento muy sencillo: les arrebatamos cualquier posibilidad de huir. ¿Te imaginas cómo te sentirías si él lo hiciese contigo?
[image id=»79844″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]Para llegar a estas conclusiones, Coren y sus colegas analizaron 250 fotografías que encontraron en Internet en las que aparecían perros siendo abrazados por su dueño. Según los investigadores, el resultado objetivo de este entrañable álbum dista mucho de lo que nos gustaría escuchar: ocho de cada diez animales estaba notablemente incómodo.
Llegados a este punto te preguntarás ¿y por qué no he notado el malestar de mi fiel compañero en esa situación? No siempre los perros muestran este sentimiento de forma clara. Una señal irrefutable para nosotros sería que nuestra mascota enseñará los dientes o amenazará con morder, pero es realmente extraño que tu perro te haga eso. Coren explica que existen otros microgestos que se pueden interpretar, indicadores más sutiles que nos alertan de que estamos incomodando a nuestro leal compañero.
Algunas de estas señales de advertencia consisten en doblar las orejas hacía abajo, entrecerrar o cerrar los ojos, lamerse el hocico o girar la cabeza con el fin de evitar cualquier contacto visual.
[image id=»79845″ data-caption=»Source: Modified from a Humane Society of Greater Rochester photo, Creative Commons License» share=»true» expand=»true» size=»S»] [image id=»79847″ data-caption=»Source: Modified from a Peter Kemmer photo, Creative Commons License» share=»true» expand=»true» size=»S»]Tras analizar detenidamente el material, Coren descubrió que en el 81% de las fotografías los perros mostraban al menos un signo de malestar, estrés o ansiedad. Solo el 7,8% de los canes se mostraba contento en esa situación, mientras que otro 10,8% tenían una actitud neutral o ambigua.
«Los perros son animales cursoriales, un término que indica que están adaptados específicamente para correr«, argumenta Coren. Esto quiere decir que la próxima vez que quieras mostrar amor a tu mascota cambies de técnica. «Es mucho mejor una palmada, una palabra amable e incluso un regalo».
Fuente: psychologytoday.com
Redacción QUO
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