Cómo si de una maldición bíblica se tratase, parece que las aguas del lago Urmia en Irán se hubieran teñido de sangre. Y es que esta foto, tomada por la Moderate Resolution Imaging Spectroradiometer (MODIS), una red de satélites que utiliza la NASA para estudiar los recursos hídricos del planeta, revela que se ha teñido completamente de rojo.
Por supuesto, no se trata de sangre, sino del efecto provocado por la acción combinada de una bacteria llamada Halobacteriaceae, y de una variedad de alga conocida como Dunaliella salina.
El lago Urmia era conocido como el mar Muerto de irán debido a sus grandes dimensiones y al hecho de ser el segundo algo salado más grande del mundo. Pero, este lugar se está muriendo poco a poco. Los investigadores estiman que ha perdido alrededor del 80% de su caudal, y se está convirtiendo en un gigantesco depósito de sal.
Las consecuencias son catastróficas para la población de las áreas cercanas, ya que las tormentas de viento expanden la sal por toda la región, estropeando los cultivos.
Vicente Fernández López