De acuerdo con la Organización de la Alimentación y la Agricultura (FAO) cerca de 4 millones de kilómetros cuadrados (casi 8 veces la superficie de España), son suelos salobres, aquellos en los que la sal interfiere con el crecimiento normal de las plantas. Y, aún así, hay plantas que logran sobrevivir. Un equipo de científicos, liderados por Liqun Zhao, de la Universidad de Hebei en Shijiazhuang, China,ha descubierto cómo lo hacen.
En el estudio, publicado en PLos Genetics, los expertos explican cómo las plantas envían señales utilizando la proteína calmodulina, sensibles a la sal, para cambiar el equilibrio iónico de las células. .Esto les permite lidiar con el estrés de tierras con pocos recursos. El descubrimiento puede tener importantes implicaciones para la obtención de variedades de cultivos más resistentes a los suelos salinos.
Sus resultados también sugieren que esta vía defensiva planta podría compartir un origen evolutivo común con los animales. En los mamíferos, la calmodulina regula la producción de óxido nítrico imprescindible para funciones como la transmisión de impulsos entre las neuronas, la dilatación de los vasos sanguíneos y las respuestas inmunes.
Juan Scaliter