¿Te imaginas poder tener ojos en las orejas, en tus brazos o en la tripa? Pues al investigador Michael Levin, de la Universidad Tufts en Medford (Massachusetts), no le parece una idea tan descabellada. Él y su equipo acaban de publicar un estudio en la revista Regenerative Medicine en el que explican cómo han conseguido recuperar la vista de renacuajos ciegos implantando ojos en su cola. Y según Levin, este hallazgo podría extrapolarse a seres humanos.
El equipo consiguió un avance de bioingeniería sin precedentes: que un ojo implantado se conecte con la médula espinal de los renacuajos. Extrapolando esta situación a los humanos, el investigador principal asegura que, en este caso, los órganos implantados deberían estar conectados al sistema nervioso central.
Los investigadores eligieron las ranas ya que estas comparten muchas similitudes con los humanos a nivel molecular. Evisceró los ojos de renacuajos con tres días de vida y, posteriormente, los implantó en las colas de otros renacuajos con la misma edad. Además, utilizaron un fármaco llamado zolmitriptán (usado para las migrañas) en la zona del trasplante inmediatamente después de la cirugía. Este medicamento permite activar varios receptores de serotonina con el fin de estimular la actividad eléctrica de las células, lo que permite un mejor crecimiento de las neuronas.
Los renacuajos que recibieron el zolmitriptán lograron un crecimiento de nuevas neuronas de un 40%, frente al 5% de los que no habían administrado el fármaco. También confirmaron que los renacuajos podían ver con sus nuevos ojos, de diferenciar colores como el rojo o el azul e incluso evitar coloridos triángulos que se movían en una pantalla justo debajo de ellos.
Fuente: scientificamerican.com
Rafael Mingorance