El Everest ya no volverá a ser el mismo, después de que el escalador británico Tim Mosedale haya confirmado que uno de sus puntos más legendarios, el llamado Escalón de Hillary, haya desaparecido.
Con ese nombre se hacía referencia a una pared casi vertical de unos doce metros de longitud (situada a unos 8.790 metros sobre el nivel del mar), que había que salvar justo antes de llegar a la cima.
El nombre lo recibió en honor de Edmund Hillary, el primer escalador que logró sortearlo y alcanzar (junto al sherpa Tenzing Norgay) la cima del monte más alto del mundo. El escalón estaba considerado el punto más difícil de esta ascensión y, para ayudar a muchos de quienes trataban de escalarlo, llegó incluso a instalarse una escalera de metal.
Tras el gran terremoto que sufrió Nepal en 2015, había sospechas de que el Escalón de Hillary había sido afectado. Quienes ascendían al monte aseguraban que superar ese obstáculo ya no era tan complicado como antes, pero la gran cantidad de nieve que lo cubría impedía confirmarlo.
Pero este año las cosas han sido distintas. En este mes de mayo por fin hay menos nieve, y el británico Tim Mosedale ha confirmado que varias rocas de gran tamaño se habían desprendido haciendo que el escalón desaparezca.
La buena noticia es que parece ser que, a partir de ahora, la ascensión a la cima del Everest ya no será tan complicada como antes. Lo malo, según los escaladores más experimentados, es que esta nueva situación puede atraer más gente a una montaña que ya está sobresaturada de aventureros, y crear auténticos embotellamientos antes de llegar a la cima, con el peligro que esa situación puede conllevar.
Fuente: BBC.
Vicente Fernández López