Esta foto tomada por un granjero de Nueva Zelanda se ha hecho viral. Y no es para menos, ya que nos permite contemplar una estampa insólita, al mostrar a tres conejos encaramados a lomos de las ovejas de un rebaño.
El autor de la imagen no daba crédito a lo que veían sus ojos, ya que los conejos se agarraban con sus bocas a la lana de las ovejas, para evitar caerse. Pero, ¿qué era lo que les impulsaba a este comportamiento?
Se trataba de una pequeña inundación, que había provocado que los animales entraran en la granja buscando refugio. Los conejos suelen tener pánico al agua. De hecho, se lavan de un modo similar al de los gatos, lamiéndose ellos mismos.
Pero, por si alguna circunstancia, si se les sumerge en agua, no es extraño que el conejo entre en un estado conocido como inmovilidad tónica y que, en apariencia, se asemeja a un trance. Se trata de una especie de parálisis que sufren en situaciones de mucho estrés y que, en el fondo, es un mecanismo de defensa muy útil cuando están amenazados por un depredador. El animal reduce el ritmo de su respiración y su frecuencia cardíaca, casi como si estuviera haciéndose el muerto.
Vicente Fernández López