Con 40 años de experiencia como pescador, Alex Todd pensaba que lo había visto todo. Pero se equivocaba. El mes pasado, sus redes capturaron un crustáceo blanco, casi transparente, al que denominó como «el más extraño que he capturado hasta ahora».
El ejemplar fue encontrado mientras Todd pescaba al noreste de la isla Chebeague, ubicada a unos cinco kilómetros de Portland. «Estaba muy sorprendido», reconoció. «Hasta ahora solo he capturado langostas rojas o semiazules». Según explica el pescador, el extraño ejemplar era muy blanco, «pero no transparente, no se veían los órganos ni nada». Al final, decidió devolverla al mar, ya que se percató de que era una hembra y que tenía unos bebés langosta en camino. Por desgracia, dos días después fue capturada de nuevo.
«Mi tío la volvió a capturar», explica Todd. Aún así, el ejemplar fue devuelto al mar nuevamente. Y la desgracia ocurrió de nuevo: según el pescador otra persona cazó a la langosta y, esta vez, no se sabe qué ocurrió con ella.
Según explicó en un comunicado en Facebook la Asociación de Pescadores de la Costa de Maine, «lo más probable es que esta langosta padezca una condición genética llamada leucismo. No es una pérdida total de pigmento (lo que la convertiría en albina) sino una pérdida parcial».
[image id=»91852″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]Todd explica que esta situación ocurrió hace una década con una langosta azul. Varios pescadores se toparon con ella durante un mes y la devolvieron al mar.
Vía | theguardian.com
Redacción QUO
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