Al Pheropsophus jessoniensis se le conoce con el apodo de escarabajo bombardero. Se trata de una especie originaria de Asia, y una de sus características más llamativas es la capacidad de su organismo para segregar una sustancia que induce al vómito, lo que le resulta muy útil para escapar de los depredadores.

Y para tratar de comprobar como es de efectiva dicha sustancia, un equipo de investigadores japoneses realizaron un experimento, en el que colocaron varios ejemplares en las jaulas de ranas y sapos. Como era de esperar,estos acorralaron a sus presas y se las tragaron. Pero el 43% de ellos acabó vomitando al escarabajo aún vivo a causa de dicha sustancia, tras sentir una especie de explosión en su estómago.

En este impresionante vídeo, podéis ver lo que le ocurrió a uno de los sapos.

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Crédito del vídeo: Sugiura, Shinji; Sato, Takuya (2018): Supplementary material from «Successful escape of bombardier beetles from predator digestive systems». The Royal Society.

Vicente Fernández López