Es pura geometría de la curvatura de la Tierra. Si nuestro ojo está a una altura “h” del suelo, la distancia al horizonte (“D”) es la raíz cuadrada de dos veces el producto de “h” por “R”, el radio de la Tierra.
Tomando “R” como 6.371 km, esto quiere decir que para conocer “D” (en km) solo tenemos que multiplicar 3,57 por la raíz cuadrada de “h” (en metros). Así que, si, por ejemplo, tus ojos quedan a 1,75 m del suelo, esa distancia viene a ser de 4,7 km.
Enviada por Gonzalo Romero, correo electrónico
Redacción QUO