Las llamadas vacas ñatas hoy están extintas. Pero esta variedad de ganado fue una de las más extrañas que han existido nunca, por la peculiar forma de su cráneo que hacia que su rostro tuviera una apariencia flácida muy similar a la de los bulldogs. De hecho, cuando Charles Darwin las vio por primera vez en Argentina, escribió que la relación que estos animales guardaban con las demás variedades de vacas, era similar a la de los bulldogs con el resto de los perros.
Durante mucho tiempo se creyó que se trataba de una subraza, y que ese aspecto tan peculiar se debía a que sufrían una malformación llamada condrodisplasia. Se pensó además, que esas peculiaridades de su cráneo afectaban al animal, provocándole una dificultad para respirar y tragar (como también les sucede a los bulldogs), lo que pudo contribuir a su extinción.
Pero, ahora, un estudio realizado por la Universidad de Zurich, ha echado por tierra todos esos mitos. Según los investigadores, las ñatas no eran una subraza de vaca, sino una raza pura. Como tal se entiende aquella que es capaz de conservar sus características diferenciadoras, incluso cuando se la cruza con otras. Y eso sucedía con las ñatas.
Además, no han encontrado pruebas de que la peculiar forma de su cráneo se debiese a una malformación. Y han demostrado que, a diferencia de los bulldgos, estas vacas podían respirar y tragar alimentos con total normalidad. Entonces, ¿por qué se extinguieron? Los autores del estudio creen que se debió a que la introducción de otras razas de vaca que aportaban más beneficios, hizo que las ñatas dejaran de criarse.
Fuente: liveScience.
Vicente Fernández López