Esta foto fue publicada en 2017 por la Utah Conservation Officers Association, pero la historia nos parece tan interesante que hemos decidido compartirla con vosotros aunque no sea de actualidad. La imagen muestra las costillas de un ciervo que fue herido por una flecha, parte de la cual quedó en el cuerpo del animal.
El animal sobrevivió a la herida aunque murió varios años después a manos de otro cazador. Y al abrir su cuerpo tuvo lugar un descubrimiento sorprendente: el hueso había crecido en torno al pedazo de flecha dando lugar a una nueva costilla. Pero, ¿cómo puede ser posible algo así?
Los especialistas explican que no es extraño que el hueso se desarrolle en torno a cuerpos extraños que invaden el organismo. Cuando la flecha penetró en las costillas, causó una hemorragia que acabó formando un coágulo de sangre sobre la flecha. Encima de dicho coágulo se creó después una especie de cuerpo calloso hecho de cartílago y, finalmente, sobre el mismo se acabó formando el hueso.
Fuente: LiveScience.
Vicente Fernández López