Un grupo de investigadores de la Universidad de Texas ha encontrado los restos de un mamífero con pelo de unos 184 millones de años de antigüedad. El animal, denominado Kayantatherium wellesi y perteneciente a la familia de los mamíferos tritilodóntidos, apareció junto a 38 crías.
Estos especímenes del Kayantatherium nacieron a través de huevos, al igual que los dinosaurios, con los que compartieron espacio y tiempo durante el Jurásico. Eran seres herbívoros, tenían el tamaño de un perro y, de adultos, pesaban entre 30 y 50 kilos. Su aspecto era parecido al de una zarigüeya.
Lo novedoso de este hallazgo es que el número de crías alrededor del especimen es excesivamente elevado y sus cabezas proporcionalmente iguales que las de su progenitora, sin los alargamientos típicos de los reptiles, que se desarrollan de manera parecida al Kayantatherium.
El descubrimiento arrojará nueva luz sobre la evolución reproductiva y morfológica de los mamíferos. Se cree que el desarrollo reproductivo de los animales tuvo que ver con la necesidad de albergar mayor espacio para un aumento del cerebro. Había dos opciones: o más crías con un espacio cerebral más pequeño (como el caso del Kayantatherium) o menos crías con un espacio cerebral más grande. La evolución se decantó por el segundo paso.
Fuente: Nature
Redacción QUO