Hace 145 millones de años, en lo que hoy es Riodeva (Teruel) abundaban los dinosaurios hervíboros, como el gigante Turiasaurius, el más grande de Europa, y otros “cuellilargos” más pequeños. Pero los investigadores sospechaban que la población del lugar debía de incluir algún gran depredador. Y ya lo tienen.
La única pista de su existencia es un diente fósil hallado por vecinos de la localidad. La pieza es la más grande aparecida hasta ahora en España, y ha sido bautizada con el críptico nombre de CPT-1980. Varios investigadores de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis acaban de publicar su análisis en Estudios Geológicos. Saben que es de leche, porque no presenta una zona de reabsorción característica de los dientes que estos dinosaurios mudaban a lo largo de toda su vida. Lo que no han podido precisar aún es la especie, aunque apuestan por adscribirlo al grupo de los alosauroides.
Luis Alcalá, uno de los coautores del estudio, considera que el dueño del diente o uno de sus congéneres pudo haberse cebado con el Turiasaurius, aunque opina que “es más probable que carroñeara sus cadáveres y se alimentara habitualmente de presas más pequeñas”.
Redacción QUO