Como consecuencia de la deforestación partes de la selva amazónica están emitiendo más dióxido de carbono del absorben
El Amazonas es la región que engloba casi la mitad de los bosques tropicales del planeta, un regalo que apareció como causa del meteorito que extinguió a los dinosaurios. Desde hace miles de años esta zona recubierta de vegetación ha absorbido miles de millones de toneladas de dióxido de carbono, pero recientemente algunas partes están emitiendo más CO2 del que captan.
Las conclusiones de varios estudios publicado en Nature, que analizan datos desde hace 30 años y reúnen 600 vuelos sobre la selva para tomar mediciones, es que cada vez existen más lugares en el Amazonas que contribuyen efecto invernadero en vez de frenarlo.
La región este del amazonas emite mucho más CO2 del que absorbe, especialmente durante la temporada de sequías. En los últimos 40 años la región ha subido sus temperaturas más de cuatro grados centígrados, unido a la deforestación, incendios y la muerte de los arboles más jóvenes, esto está provocando que la selva desaparezca en algunas partes y se vea sustituida por la sabana, el terreno árido que caracteriza el centro de África.
La consecuencia más preocupante de las nuevas condiciones del Amazonas el aumento en la cantidad de CO2 neto que emite. Este proceso acelera el calentamiento global, haciendo que el cambio climático se produzca más rápidamente de lo que se pensaba.
La cantidad de CO2 en la atmósfera es tan grande que forma un “atasco” y las plantas no son capaces de absorberlo con normalidad, como ha ocurrido durante millones de años. Como consecuencia, la cantidad de CO2 que emiten como parte de su respiración vegetal es mayor que la que absorben durante la fotosíntesis.
“La bellísima Amazonia está en el borde de la destrucción funcional y junto al nosotros mismos. Nos encontramos exactamente el momento que decidirá su destino: el punto de inflexión está aquí y ahora”, escribe Thomas E. Loverjoy, autor de uno de los estudios que analiza la situación de la selva.
Los expertos piensan que no podemos recuperar la selva amazónica original, pero aún estamos a tiempo de cambiar esta situación. Si se retira el CO2 manualmente, se reforesta la zona y se utilizan métodos hidrológicos para mantener los árboles y evitar la pérdida de biodiversidad, el Amazonas podría recuperarse y convertirse en un aliado esencial contra el cambio climático.
Amazonia as a carbon source linked to deforestation and climate change
Long-term decline of the Amazon carbon sink
Fotografía: Richardson, V. & Peres, C. (2016). Temporal Decay in Timber Species
Una nueva teoría que explica cómo interactúan la luz y la materia a nivel cuántico…
Pasar dos horas semanales en un entorno natural puede reducir el malestar emocional en niños…
El bisfenol A (BPA) es un disruptor endocrino que está desapareciendo poco a poco de…
Un delfín solitario del Mar Báltico ha sido grabado hablando solo, lo que lleva a…
Un nuevo estudio traza una espectacular explosión de 100 millones de años en las señales…
Durante la llamada Crisis de Salinidad del Messiniense, el nivel del mar Mediterráneo era alrededor…