Los tiburones grises de arrecife se ven obligados a abandonar los arrecifes de coral que consideran su hogar debido al calentamiento de los océanos

Los científicos, utilizando una combinación de teledetección por satélite y una red de receptores acústicos en el lecho marino, han descubierto que los tiburones abandonan los arrecifes de coral en momentos de estrés ambiental, como las altas temperaturas que pueden provocar fenómenos de blanqueamiento del coral.

Los efectos en estos tiburones, normalmente muy apegados a zonas concretas de hábitats arrecifales poco profundos, incluyen una menor residencia, desplazamientos más generalizados y frecuentes a distintas zonas y periodos más largos de ausencia total.

Preocupantemente, estos efectos persistieron durante largos periodos de hasta 16 meses tras periodos de estrés extremo, como el episodio de El Niño de 2015-2016, que provocó un blanqueamiento considerable en la región estudiada.

Según los científicos, este cambio de comportamiento es «preocupante», ya que se prevé que el cambio climático provoque blanqueamientos anuales de aquí a 2043.

Un equipo internacional de investigación, dirigido por científicos marinos de la Universidad de Lancaster y la ZSL, y financiado por la Fundación Bertarelli, fijó rastreadores acústicos a más de 120 tiburones e instaló receptores alrededor de los atolones de coral para supervisar los movimientos de los tiburones en los arrecifes del océano Índico entre 2013 y 2020.

Registraron más de 714.000 detecciones acústicas y, en colaboración con científicos de observación de la Tierra del King’s College de Londres, las combinaron con datos satelitales que registran distintas métricas del estrés ambiental de los arrecifes.

Un receptor acústico fijado al fondo marino y utilizado para seguir los movimientos de los tiburones. Dr. David Jacoby, Universidad de Lancaster

Un receptor acústico fijado al fondo marino y utilizado para seguir los movimientos de los tiburones. Dr. David Jacoby, Universidad de Lancaster

Los científicos responsables del estudio afirman que esto tiene importantes consecuencias tanto para los tiburones como para los arrecifes.

«Estos resultados aportan algunas de las primeras pruebas de cómo el cambio en los arrecifes en respuesta al estrés ambiental, algo que es cada vez más extremo y más frecuente, está afectando a los movimientos de los tiburones», dijo el Dr. David Jacoby de la Universidad de Lancaster e investigador principal del proyecto de investigación. «Los tiburones grises de arrecife son un depredador común y residente de los arrecifes del Indo-Pacífico, que se aventuran a alejarse del arrecife para alimentarse, pero muchos están teniendo que decidir si escapan de los arrecifes estresados».

Enfrentados a una disyuntiva, los tiburones deben decidir si abandonar la relativa seguridad del arrecife y gastar más energía para mantenerse frescos o permanecer en un arrecife en condiciones subóptimas pero conservando la energía.

«Creemos que muchos están optando por trasladarse a aguas más profundas y frías, lo cual es preocupante. Muchos arrecifes de todo el mundo ya han sufrido una disminución significativa de tiburones debido a la explotación y este hallazgo tiene el potencial de exacerbar estas tendencias», afirma Jacoby.

Aunque el estudio no examinó los mecanismos precisos que vinculan el estrés de los arrecifes con los movimientos y la residencia de los tiburones, el estrés en los arrecifes de coral suele estar estrechamente relacionado con las temperaturas de la superficie del mar.

«Los tiburones son animales ectotermos, de sangre fría, cuya temperatura corporal está regulada por el entorno exterior», explica Michael Williamson, del Instituto de Zoología de la ZSL y autor principal del artículo. «En otras regiones, los tiburones de arrecife presentan un comportamiento termorregulador para evitar los daños fisiológicos provocados por las temperaturas adversas del agua, y éste es uno de los posibles motivos de los hallazgos de este estudio».

Los tiburones, clave para los ecosistemas

Es importante señalar que el alejamiento de los tiburones podría afectar al frágil equilibrio de los ecosistemas de arrecife.

«Como grandes depredadores, los tiburones grises de arrecife desempeñan un papel muy importante en los ecosistemas de arrecifes de coral», afirma el Dr. Williamson. «Mantienen un delicado equilibrio en la red trófica del arrecife y también aportan nutrientes a los arrecifes de coral desde aguas más profundas, donde a menudo se alimentan. La pérdida de tiburones y de los nutrientes que aportan podría afectar a la resistencia de los arrecifes en periodos de gran estrés ambiental».

El Dr. Jacoby añadió: «A medida que el cambio climático aumenta la incertidumbre y los fenómenos de estrés extremo son cada vez más frecuentes, es probable que cambie el importante papel ecológico que estos depredadores desempeñan en los arrecifes de coral, ya que pasan más tiempo lejos de los arrecifes a los que están ligados. Aún no se conocen del todo las implicaciones de esta situación, pero dado el complejo equilibrio de especies e interacciones tróficas que se dan en los arrecifes de coral, sin duda habrá cambios sustanciales».

Sin embargo, las conclusiones del estudio también permiten cierto optimismo.

No en todos los lugares controlados se observó un descenso en el uso del hábitat; de hecho, en algunos receptores acústicos de lugares concretos aumentó la presencia de tiburones. Estos resultados indican que puede haber factores localizados que influyan en las decisiones de los tiburones y que algunos arrecifes son más resistentes al estrés. «Ahora tenemos que averiguar qué es exactamente lo que impulsa la toma de decisiones en estos animales durante los periodos de estrés», afirma Jacoby.

Aunque estos factores no se incluyeron en el estudio, los científicos sugieren que los distintos arrecifes pueden responder de forma diferente cuando están expuestos al estrés.

«Investigaciones recientes en el archipiélago de Chagos, donde realizamos nuestro estudio, han demostrado que aquellos arrecifes que tienen un mayor flujo de nutrientes procedentes de las aves marinas presentan una biomasa de peces significativamente mayor y, por tanto, una mayor probabilidad de ser resistentes a múltiples factores de estrés», afirma el Dr. Wiliamson. «Algunos de nuestros receptores en los que residía un mayor número de tiburones estaban también cerca de islas con poblaciones de aves marinas».

El estudio se describe en el artículo «Environmental stress reduced shark residency to coral reefs», publicado en la revista Communications Biology.

REFERENCIA