Tras la reciente muerte de la mona Chita, la fiel compañera de Tarzán, rendimos homenaje a algunos de los primates más famosos de todos los tiempos. Monos científicos, actores, astronautas…
Angawa, Chita
La recién fallecida compañera de Tarzán vivió sus últimos años retirada en un rancho para simios actores, donde pasó sus ratos libres pintando. En mayo de 2006 visitó España para recibir un premio en el Festival de Cine de Peñíscola.
Banquete espacial
Con ocho meses de vida, el chimpancé Ham fue el primer mono que comió en el espacio, en 1961. Los mandos de su cohete estaban diseñados para premiarle con una banana si los accionaba correctamente. La misión fue un éxito, y en la foto le vemos recibiendo una manzana tras ser rescatado de la cápsula.
Científicos peludos
Koko, Nim y ANDi son simios que han pasado a los anales de la historia de la ciencia. ¿Cuáles son sus méritos? De Koko (arriba) se dice que sabe hablar, ya que esta gorila (Gorilla gorilla) al parecer ha aprendido a expresarse con un lenguaje de signos. Un caso similar al del chimpancé (Pan troglodytes) Nim Chimpsky (abajo, a la izquierda), capaz de unir signos diferentes para formar una frase. Aunque muchos lingüistas aseguran que no es un verdadero lenguaje, y que estos animales solo repiten fórmulas aprendidas para obtener una recompensa. Mientras se resuelve la polémica de los monos comunicadores, la nueva sensación científica es ANDi (a la derecha en vertical), el primer mono transgénico, nacido en 2002 con un gen modificado que le hace inmune a la diabetes.
El ‘humancé’
Su extraño rostro parecía una máscara, y era el único chimpancé bípedo conocido. Oliver fue capturado en África en 1968 y actuó en circos con el apodo de el “humancé”, ya que se decía que era un cruce de hombre y mono. Pero la ciencia probó que su ADN era idéntico al de un simio común.
El mártir anónimo
¿Cuántos astronautas deben la vida al sacrificio de este rhesus cuyo nombre no ha pasado a la Historia? Sedado y sentado en una “silla de altitud”, fue sometido en 1956 a pruebas para testar los efectos de la presión sobre los trajes espaciales. Murió en acto de servicio.
El mono espía
En 1816, un barco napoleónico naufragó frente a la villa británica de Hartlepool y solo se salvó la mascota, un mono uniformado. Como los lugareños nunca habían visto a un francés (pintados como monsturos por la propaganda), tomaron al simio por un soldado y le ahorcaron. Pero esta leyenda ha sido cuestionada al analizar un supuesto hueso del mono y descubrir que era de ciervo.
El primer ‘simionauta’
La mañana del 11 de junio de 1948, Albert I jugaba plácidamente en la base de Allen (Arizona). Horas después, este dulce rhesus se convirtió en el primer astronauta, al ser lanzado en un cohete V2. Recorrió 134 km. Pero tristemente, murió asfixiado en el transcurso de la travesía.
El trío calavera
Quienes nunca llegaron a volar fueron sus “colegas” del Proyecto Mercurio, Duane, Jim y Chu (comiendo chucherías), puestos a prueba para estudiar los efectos de la presurización sobre los organismos vivos.
J… mi nombre es C. J.
Aunque nació en un zoo de Dallas, C. J. es el orangután de Borneo (Pongo pygmaeus) más famoso del cine. Rodó veinte filmes, compartiendo birras con Clint Eastwood en «Duro de pelar» y retozando con Bo Derek en la versión erótica de Tarzán. ¿Para cuándo un Oscar?
La ‘bestia’ sensible
Medía 15 m y podía destrozar a un tiranosaurio, pero King Kong tenía corazón. La Bestia se enamoró de una Bella rubia y la llevó a lo alto del Empire State, donde fue acribillado por los mezquinos humanos. La muerte de Kong fue una de las cimas del arte audiovisual del siglo XX.
La heroína jubilada
Dicen de ella que era muy coqueta, y por eso la llamaron Miss Baker. El 28 de mayo de 1958, esta mona ardilla (Saimiri sciureus) realizó un vuelo suborbital de 15 minutos que sirvió de preparación para el viaje del astronauta Alan Shepard. Miss Baker gozó de un cómodo retiro en Texas. En la foto la vemos poco antes de su muerte, en 1984.
Lady chimpancé
Tess, Wilbur y Orville son tres de los mejores amigos de Jane Goodall, la primatóloga que lleva más de 40 años estudiando a estas criaturas y que ha descubierto, entre otras cosas, que son capaces de fabricar y utilizar herramientas.
Oliver Twist arborícola
Como si fuera un huérfano salido de una obra de Dickens, la desvalida imagen de Terry conmovió al mundo en 1950. Este rhesus (Macacus rhesus) fue usado por Henry Harlow para un estudio sobre el apego. Separada de su madre al nacer, la cría buscaba afecto en un espantajo cubierto con una tela que ocultaba un dispositivo eléctrico que simulaba los latidos del corazón.
Quiero ser humano
Solo un simio se ha rebelado contra la injusticia evolutiva: el rey Louie de «El libro de la selva», quien le pidió a Mowgli que le enseñara a hacer fuego, el secreto que pondría a los monos al nivel del hombre.