Un informe de la World Wildlife Fund, retrata la biodiversidad de la región montañosa del Himalaya e identifica 211 especies de animales y plantas que se descubrieron allí entre 2009 y 2014. En total se trata de 133 nuevas especies vegetales, 39 invertebrados, 26 peces, 10 anfibios, un reptil, un ave y un mamífero. El hallazgo no es sorprendente ya que entre 1998 y 2008 se habían descubierto 354 nuevas especies en la misma región.
El siguiente paso es investigar si se encuentran en peligro de extinción o no es necesario tomar medidas para su protección.

¿Dónde está mi familia?

Este pequeño pajarillo, un palabrero Wren manchado (Elachura formosa) es una maravilla en sí mismo. Su tamaño y timidez lo podrían haber hecho pasar desapercibido, al igual que su apariencia, muy similar a otros palabreros, pero el análisis de su ADN demostró que no solo es una especie desconocida, sino que pertenece a una familia de la cual, por ahora, es el único miembro.

Crédito imagen:Ramki Sreenivasan Conservation India / WWF

El unicornio mentiroso

Los milpiés le mienten a su propio nombre, apenas llegan con suerte a las 750 patas, pero este Koponenius unicornis, habitante de la India y Nepal, se ha ganado con méritos la etiqueta de “unicornis” por la columna que recorre su cuerpo.

Crédito imagen: K. Makarov / WWF

Pez mordedor no ladrador

El pez Drácula (Danionella dracula) es raro como él solo. Pese a su tamaño, entre 10 y 12 mm, tiene una apariencia feroz. Los machos desarrollan unos colmillos que le han valido ese nombre, pero sus dientes, los perdió hace 50 millones de años, según datos de ADN de su árbol genealógico. Más curioso aún resulta el hecho de que alcanza la madurez sexual antes de completar su desarrollo físico.

el mono que estornuda

Encontrar una nueva especie de mamífero es algo que no ocurre habitualmente. Y menos frecuente es que se trata de un primate. Pero en 2010 los cientificos se encontraro con el mono de hocico chato o sin nariz (Rhinopithecus strykeri) , una especie que los cazadores de Birmania conocían desde hacía tiempo. Debido a que sus fosas apuntan hacia arriba, cuando llueve, el agua se les introduce en la nariz y les hace estornudar. Por eso tienen la costumbre, los días de lluvia, de ocultar su cabeza entre sus piernas.

Crédito imagen: Thomas Geissman via American Journal of Primatology article

 

joya en la selva

Quienes la han visto en directo afirman que parece una piedra preciosa labrada en forma de serpiente. La Protobothrops himalayansus habita en los árboles de la selva húmeda y es extremadamente tóxica. Y bastante grande: mide 1,5 metros.

El príncipe/sapo de ojos azules

Este batracio (Leptobrachium bompu) presenta una gran variedad de colorido en los ojos. Fue hallado en época de grandes lluvias y, según el informa de la Fundación Vida Silvestre, «se mostró muy dócil y tranquilo cuando se le recogió. Los machos son grandes cantores y no dejan de croar con un sonido característico ni siquiera cuando se les llevó en una bolsa especial para estudiarlo”.

Crédito imagen:  Chintan Sheth/WWF

Un pez llamado Wanda

Quizás por primera vez en la historia un nombre científico, en este caso Channa andrao, es más fácil de recordar que el del “pez enano con cabeza de serpiente que camina”. Habitante de los pantanos, es capaz de respirar fuera del agua, sobrevivir cuatro días en tierra firme y reptar hasta 400 metros en suelo húmedo.

Crédito imagen: Henning Strack Hansen / WWF