Hablar sobre el poder de la naturaleza, la belleza de los cúmulos u otros tipos de nubes, tiene poco sentido en estos casos. Las imágenes y sus autores, pertenecen a diferentes partes del planeta y son conocidos como «Cazadores de Tormenta», aunque algunos también serán muy afortunados de estar en el lugar exacto, en el momento preciso.
Ese es el título de esta imagen realizada por Jesse Post.
Sea cual sea la ciudad bajo esa tormenta, prece estar condenada. Imagen de Camille Seaman.
Tormenta a punto de caer en Bondi Beach, Sidney, Australia. Imagen de Bambilegit.
Así es como se conoce a este tipo de formación. Y son los jinetes del apocalipsis eléctrico que está po desatarse.
Sí, es real. Cuando en 2010 el volcán islandés Eyjafjallajökull se dedicó a lanzar exabruptos al cielo, la ceniza, las partículas de hielo y las rocas colisionaron provocando estática y eventualmente esos «rayos y centellas». Imagen de Marco Fulle.
Pero la destrucción que este tipo de eventos provoca es enorme. La imagen retrata una tormenta naciendo en Pawnee, Colorado, USA. Imagen de Matt Crowther.
Muy cerca del Trópico de Cáncer, en Florida, Araceli Molina consiguió hacer esta imagen. No se sabe qué ocurrió dos segundos más tarde.
También las islas, como las Cayman en este caso, se ven sometidas a la fuerza de los cielos. Imagen de Mike Jones.
Parece una ola, pero se trata de una supercelda o supercélula (una inmensa tormenta en rotación) en McCook, Nebraska, USA.
La ciudad mordida por los cielos
Si a Nueva York, se la conoce como La Gran Manzana, no es extraño que los cielos quieran un bocado de ella.
En Jlich, Alemania se detectó esta formación conocida como Eco de arco por la imagen que reciben los radares de estos sistemas. Imagen de Dennis Oswald/Caters News.
El Monte Ritter. California, se viste de nubes. Imagen de Essick.