Las mejores fotografías del tiempo compiten cada año en el concurso It’s amazing out there, organizado por The Weather Channel. Los fotógrafos presentaron más de 60.000 imágenes en la última edición, cuyos ganadores fueron anunciados recientemente. Estas son las mejores entre las mejores. Son la mejor inspiración para un fin de semana de naturaleza-espectáculo.
Fuego en la nieve
Manitoba, en Canadá, amaneció helada la mañana que el fotógrafo Greg Gulbransen buscaba la foto perfecta. Cuando el sol salió por el horizonte, y comenzó a calentar el agua, el vapor tiñó la escena de naranja. Mientras miraba por el objetivo, Gulbransen solo deseaba que el oso polar irrumpiera en la escena. Cuando lo hizo, tomó la imagen ganadora del concurso.
Surf sobre mármol
Desde el aire, las rompientes más atractivas para los surfistas recuerdan las vetas del noble y duro mármol. Dimetrios Valsamis plasmó esta sensación en esta imagen de lo que queda de metros de agua cuando rompe sobre los audaces deportistas.
Los peces también surfean
¿Qué sabemos del tiempo bajo el mar? Pude que los peces también tengan días buenos y malos, y que aprovechen los mejores momentos para acercarse a la playa y practicar deporte. Puede que no Quién sabe por qué se mostraron así ante la cámara de Ryan Moore.
La luz helada del faro
El cielo y el agua se funden en el lago Michigan, en Estados Unidos, cuando la temperatura llega a los 30 grados bajo cero. Este faro se une al camuflaje y hace posible que el viento también se congele, en forma de estalactitas que cuelgan gráciles sobre el puente blanco. Es la historia que cuenta Thomas Nighswander en esta imagen.
La puerta mágica
Las gotas que forman un arco iris reflejan la luz hacia su interior. Por eso el cielo atrapado dentro de un arco iris siempre está más iluminado que el exterior. Todos podemos ver el fenómeno, pero pocos lo fotografían tan bien como Larry Bennett.
Selfie en la cueva
Los rayos del sol dejan su firma más estilizada cuando pasan por una abertura relativamente estrecha y atraviesan polvo en suspensión. Dale Johnson no pudo resistir la tentación de fotografiarse a sí mismo disfrutando del espectáculo, en la cueva Jomblang, en Indonesia. Así ha ganado el segundo premio.
En busca de cobijo
En esta imagen de Edward Reese, Manhattan parece una futurista colonia humana en un extraño planeta, dentro de siglos. Solo la estructura cuadrada, iluminada con calidez, junto al río, devuelve al espectador a la vida real, la de las personas reales que corren a buscar refugio cuando son sorprendidas por una tormenta otoñal.
Pesca espectáculo
La mayoría discreparía si le dices que pescar es un deporte glamuroso, estético y fotogénico. No es la opinión de Shane Durrance, quien alcanzó la final del concurso con esta escena, más propia de un concierto de Beyoncé que de un trío de amigos pasando una noche de pesca.
En la nevera de Alaska
Hay que ser muy valiente para escalar las paredes heladas del glaciar Matanuska, en Alaska. Sus largas cuchillas rivalizan con las montañas en quién es más imponente. La foto, de Jim Nicolaus, es una metáfora visual de la lucha eterna de David contra Goliat.
Marciano cielo tejano
Derek Burdney es radiólogo y cazador de tormentas. Hace unas 20 excursiones al año en la búsqueda de la imagen definitiva. No está claro que la vaya a encontrar, pero es irrebatible que esta foto tiene algo único… aparte de que solo una puede ganar el tercer premio.
La fortuna del árbol
Cualquiera evitaría resguardarse debajo de un árbol si le cogiera una tormenta en pleno campo. Pero, si los árboles siempre fueran las dianas de los rayos, éste no se habría librado de arder bajo la nube letal. Se diría que el árbol que Vianney Rudent ha retratado tiene un escudo protector anti-consejos populares