Una enzima mutante descompone los plásticos tipo PET, los más utilizados en la industria y el comercio, y los más contaminantes
Este plástico tiene un nombre muy largo (tereftalato de polietileno), pero lo utilizas todos los días. Más conocido como PET, se desarrolló en 1940 y es el más usado en el mundo por su rigidez y transparencia. Lo puedes encontrar en botellas de plástico, todo tipo de envases, textiles y envoltorios. También es el más contaminante.
Hasta la fecha sólo se conocía una enzima capaz de descomponer una botella de plástico en tres días. Los investigadores de la Universidad de Toulouse (Francia), en colaboración con la Unidad de investigadores de la compañía química Carbios, han desarrollado una nueva variante de esta enzima capaz de hacerlo en sólo dos horas.
La nueva enzima mutante es 10.000 veces más eficiente que la original descubierta por la Universidad de Osaka (Japón) en 2012. La original puede digerir 100 gramos de PET en 20 horas, mientras que la mutante solo tarda 10 horas en descomponer 180 gramos. El estudio, publicado en la revista Nature, explica cómo se ha logrado modificar la enzima de Osaka y conseguir una más rápida y más resistente llamada PET hidrolasa.
El PET es muy difícil de reciclar mecánicamente. En las plantas de reciclaje se funde mediante un tratamiento térmico y un amasado, pero el plástico resultante es de peor calidad que el original, oscuro y quebradizo. Por eso la industria prefiere usar el PET nuevo, mientras que los envases nuevos y reciclados terminan en contenedores para luego quemarse, o se abandonan en la naturaleza.
«En realidad no se recicla en absoluto». John McGeehan, director del centro para la innovación de las enzimas de la Universidad de Portsmouth (Inglaterra).
A diferencia de otros materiales como la madera o el metal, los plásticos sólo existen desde hace unas pocas décadas. Es ahora cuando se planta descomponerlos usando procedimientos bioquímicos para reciclarlos u obtener de ellos energía. Pero por el momento son poco eficientes y menos rentables.
La enzima original de la que partían los investigadores franceses se inactiva por encima de los 65ºC, que es la temperatura necesaria para empezar a fundir el PET. La nueva enzima es estable a altas temperaturas y descompone el PET en sus componentes originales (etilenglilcol y ácido tereftálico), con los que se puede fabricar plástico de la misma calidad que el original.
Ante la noticia varias industrias han manifestado su intención de utilizar la nueva enzima, pero queda por esclarecer si será viable económicamente. El año que viene comenzará la producción a gran escala de estas enzimas y si funciona se prevé su uso industrial para 2025.
REFERENCIAS
An engineered PET depolymerase to break down and recycle plastic bottles