Los zorros rojos de las zonas urbanas de Londres están experimentando cambios evolutivos que los diferencian, cada vez más, de los zorros rurales, en especial las hembras
La alteración del medio ambiente por el ser humano provoca que las especies se tengan que adaptar a un nuevo entorno. Esto provoca cambios fisiológicos y de comportamiento que hacen que las especies animales evolucionen y experimenten cambios genéticos. El caso más famoso tiene más de un siglo y fue mencionado por el propio Darwin: la polilla moteada, que cambió su color de blanquecino a oscuro para camuflarse mejor en los árboles ennegrecidos por la contaminación atmosférica. O el verdecillo, que dedica más tiempo al canto para comunicarse debido a la contaminación acústica.
En el caso de los zorros rojos de las zonas urbanas de Londres, un nuevo estudio publicado en Proceedings of The Royal Society ha encontrado diferencias en su cráneo con respecto a los zorros rurales. Los zorros urbanos presentan un hocico más ancho y más corto a la vez que un maxilar más pequeño, y una cabeza también más pequeña. Estos cambios podrían deberse a un mayor desarrollo de los músculos de la mandíbula.
Las ventajas de un hocico más corto en un hábitat urbano son mecánicas, pueden acceder más fácilmente a los restos de comida humanos que les sirven de alimento. Un cráneo más pequeño, en los procesos de domesticación, puede ser reflejo de dos cosas: o un cerebro más pequeño, o cambios en los músculos de la mandíbula. Según el estudio, los zorros son una excepción en este sentido ya que la mayoría de los mamíferos que se han domesticado o urbanizado presentan un cráneo más grande que los rurales.
Diferencias craneales entre sexos en los zorros rojos urbanos. Fuente: Proceedings of The Royal Society
Las hembras de zorro presentan una mejor adaptación al entorno urbano en comparación con los machos. Éstas tienen un hocico más corto y un cráneo también más corto y robusto. La causa probable es que las hembras están más en contacto con el entorno, sobre todo en el momento de la crianza, pues son las que se encargan de la búsqueda de alimento.
Los zorros macho se dedican más a la vigilancia durante el periodo de crianza, con lo cual no hay presión para los cambios en su mandíbula.
REFERENCIAS
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