Los dos periodistas españoles asesinados en Burkina Faso trabajaban con el apoyo de Wildlife Angel, una ONG que lucha contra la caza furtiva allí donde la vida humana también está en juego
Wildlife Angel es una ONG francesa. Se ocupa principalmente de formar a guardaparques nativos que puedan hacer frente a los cazadores furtivos en una región en pie de guerra.
Wildlife Angel se emplea principalmente en la protección de la fauna africana y uno de sus proyectos se desarrolla en Pama, un parque protegido al sureste de Burkina Faso, en la frontera con Benin donde se encuentra una de las zonas más ricas en biodiversidad en el Oeste de Africa.
También es una zona rica en oro. La fiebre del oro en el Sahel también ha supuesto la gran oportunidad para los yihadistas. El descubrimiento de minas de oro en países como Níger, Mali y Burkina Faso ha sido aprovechado por grupos armados para aumentar su influencia en la zona.
Los periodistas españoles formaban parte de un grupo de guardaparques de la ONG y estaban en este punto, Pama, cuando fueron secuestrados y posteriormente asesinados.
Wilddlife Angel ha conseguido un equipo de 24 guardaparques en la región de Pama, una región en máxima tensión, donde un campamento ilegal con miles de mineros de oro amenazaba a la fauna de la zona.
Burkina Faso es uno de los países más pobres del mundo, donde la población sigue muriendo de hambre, de sed y de malaria
Wildlife Angel lucha en primera línea, junto a los guardas forestales, contra la caza furtiva que diezma las poblaciones de fauna silvestre (elefantes, rinocerontes, felinos, pangolines y monos, entre otro.
Aunque la caza furtiva de rinocerontes y elefantes suele ocupar los titulares, es el árbol el que esconde el bosque. La sobreexplotación de la vida silvestre es ahora la segunda causa más importante de extinción después del cambio de uso del suelo para la agricultura, la urbanización y la tala de árboles.
La ONG ha denunciado en numerosas ocasiones que poderosas organizaciones mafiosas están involucradas en la caza furtiva, los cazadores furtivos están a veces fuertemente armados y no dudan en disparar a los guardias forestales.
Los guardabosques están mal equipados y a menudo mal formados para hacer frente a esta amenaza y arriesgan su vida cada día para preservar el patrimonio natural de su país. Wild Angel tiene en estos momentos en marcha 10 operaciones, a menudo en zonas de alto riesgo.
En las últimas semanas, los dos periodistas españoles se encontraban allí grabando un reportaje sobre la realidad de esa zona y la caza furtiva. Su muerte abre una herida más en una tierra devastada.