Los ecoturistas aumentan el nivel de azúcar en la sangre de las iguanas de roca de las Bahamas del norte, debido a que les arrojan comida, en concreto, uvas, según advierte un estudio en el ‘Journal of Experimental Biology’
“Si fueran humanos, estaríamos hablando de diabetes; sin embargo, aún no está claro cuáles son las implicaciones para la salud tratándose de iguanas. Eso es algo en lo que continuamos trabajando”, explica el autor principal del estudio de la Universidad Estatal de Utah (EE UU).
Esta especie de lagarto es considerado el más atractivo, loco y exótico de todas las especies y tipos de iguanas que hay por su gran parecido a un dinosaurio, lo sorprendente es que no le temen a los humanos tanto es que algunas aldeas son parte de la comunidad.
Según un estudio publicado en el Journal of Experimental Biology, los turistas en las Islas Exhuma en las Bahamas están causando que las iguanas de roca de las Bahamas ( Cyclura sp.) sufran niveles inusualmente altos de azúcar debido a que los turistas les alimentan con uvas proporcionadas por los operadores de embarcaciones turísticas.
Todas las iguanas de roca son herbívoras, consumen hojas, flores, bayas y frutas de diferentes especies. Las iguanas, en peligro crítico de extinción, corren hacia la playa una vez que escuchan los motores de los botes para obtener comida fácil.
Para el estudio, se capturaron 24 iguanas de una isla donde los turistas son visitantes frecuentes y 24 iguanas de una isla que está libre de turistas.
«Una dieta alta en azúcar prolongada puede «agotar» la capacidad de regular la glucosa en sangre», dijo Susannah French de la Universidad Estatal de Utah, autora principal del estudio «La tolerancia a la glucosa de las iguanas se ve afectada por las dietas altas en azúcar en el laboratorio y la alimentación suplementaria de los ecoturistas en la naturaleza.»
“Evaluamos las respuestas de glucosa en sangre y las concentraciones de corticosterona (CORT) tanto a corto como a largo plazo, ya que los cambios se han asociado con dietas alteradas. La suplementación experimental de glucosa en el laboratorio y la alimentación de turistas en la naturaleza afectaron significativamente el metabolismo de la glucosa”, escriben los investigadores en su estudio.