Gracias al análisis de las proteínas en restos de cáscaras prehistóricas se sabe que los humanos consumían los huevos de un enorme pájaro terrestre extinto, parecido al Emú actual
El continente australiano se mantuvo aislado durante millones de años del resto de la tierra emergida, y esto hizo que se desarrollara allí una fauna única, especialmente de animales enormes de más de 100 kilos de peso, que incluían grandes roedores, lagartos o koalas gigantes, entre otros.
Muchos de estos animales desaparecieron con la llegada de los seres humanos al continente hace unos 65.000 años, que los cazaron hasta la extinción. Es el caso del Genyornis, un enorme «mihirung» o «pájaro del trueno» que no podía volar, tenía unas alas diminutas y enormes patas. Los fósiles muestran que el Genyornis medía más de dos metros de altura, pesaba entre 220 y 240 kilos y ponía huevos del tamaño de un melón, de unos 1,5 kg.
Un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Science por un equipo internacional de científicos de las universidades de Cambridge y Turín ha analizado las proteínas encontradas en los restos de la cáscara fosilizada de los huevos de Genyornis de unos 50.000 años de antigüedad. Los fragmentos de la cáscara tenían patrones de quemado únicos, lo que indica que fueron cocinados por humanos.
Esto implica que los primeros australianos no necesariamente cazaban estas enormes aves, sino que asaltaban sus nidos y robaban sus gigantescos huevos para alimentarse. Posiblemente la sobreexplotación de los huevos por parte de los humanos llevó al enorme pájaro a la extinción.
Para analizar las proteínas de las cáscaras de huevo de Genyornis se compararon con los megápodos actuales, un grupo de aves del linaje galliforme, primas de los pavos y las gallinas, pero mucho más grandes, como el emú (en la figura principal se comparan los huevos de los dos animales).
La explotación de los huevos de Genyornis por parte de los primeros australianos es similar al de los primeros humanos con los huevos de avestruz, cuyas cáscaras quemadas se han desenterrado en yacimientos arqueológicos de toda África que se remontan al menos a 100.000 años.
REFERENCIA
Ancient proteins resolve controversy over the identity of Genyornis eggshell