Las búsquedas en Google y Wikipedia pueden ayudar a localizar a la avispa asiática y así iniciar protocolos de intervención
La avispa asiática, Vespa velutina, es un insecto terrorífico. Mide aproximadamente 30 milímetros, tres veces más que una abeja, es de color oscuro y tiene rayas amarillas transversales en el tórax, los nervios de sus alas siguen un patrón distinto al de otras especies y el aguijón no lo pierde cuando pica. Aunque las avispas atacan principalmente a insectos, sus picaduras pueden ser mortales para los seres humanos en casos graves.
En 2004 se detectó la primera presencia de Vespa velutina en Europa, en la región de Aquitania (Francia). Desde entonces, el Museo Nacional de Historia Natural de París ha registrado en un mapa los nidos que hay en aquel país. Esta avispa ya ha llegado a España, Portugal, Italia, Alemania y Bélgica.
Esta plaga perjudica al entorno y a sectores socioeconómicos, especialmente la apicultura. Por este motivo, las universidades de Primorska (Eslovenia) y de Turín (Italia) han analizado si la ciudadanía es consciente de la invasión de las avispas en Italia.
La investigación, publicada en la revista NeoBiota, se ha basado en las encuestas a los apicultores y en análisis de las preguntas frecuentes en los buscadores de Google y de las visitas a Wikipedia. Por un lado, los resultados indican que la conciencia del público aumentó años después de la detección de avispas en el país y que tanto los inversores como los apicultores son conscientes de esta invasión y de sus efectos sociales y ecológicos.
La avispa asiática es uno de los depredadores más voraces de las abejas, lo que está afectando a su población, a la polinización de muchas plantas y a la producción de miel. Además, en muchos casos las abejas no salen de las colmenas por miedo a ser devoradas.
Para defenderse, las abejas asiáticas han desarrollado una técnica sorprendente: rodean a la avispa y aletean todas a la vez para subir la temperatura hasta que la invasora muere de calor o se aleja. Sin embargo, esta técnica no es tan efectiva en el caso de las abejas europeas, ya que las colmenas no están tan pobladas y no alcanzan suficiente temperatura.
A pesar de ser las enemigas de las abejas, las avispas también pueden actuar como un insecticida natural, ya que se alimentan de insectos como pulgones y orugas, causantes de las plagas. Además, contribuyen a la polinización y en el ámbito sanitario se está estudiando desarrollar medicamentos con su veneno.
Italia se llena de avispas
En Italia se han iniciado dos proyectos para registrar la presencia de este insecto e implantar el sistema de Alerta Temprana y Respuesta Rápida de la UE en la zona invadida. Una de estas iniciativas es Life STOPVESPA, financiada por la Comisión Europea, que duró desde 2015 a 2019. En este proyecto, instituciones locales, nacionales y asociaciones de apicultores desarrollaron una red de monitoreo y planes de emergencia contra las avispas asiáticas.
El otro proyecto es STOP VELUTINA, que fue subvencionado por el Ministerio de Políticas Agrícolas, Alimentarias y Forestales de Italia y por la Unión Europea, pero que desde 2016 gestiona desde la propia organización los recursos. Se trata de una red de organizaciones de investigación y apicultores dedicada a frenar el avance de la avispa asiática.
Los apicultores consideran que la avispa asiática perjudica más a las abejas que las avispas italianas (Vespa crabro). También piensan que esta ocupación daña más a las abejas que los pesticidas, los insectos depredadores nativos, las enfermedades virales, los hongos y las bacterias.
Además, las encuestas mostraron que los apicultores se informaban sobre las avispas gracias a Internet, revistas especializadas o las actividades con otros profesionales de su comunidad. Sin embargo, no usaban ni los medios tradicionales ni listas de correo.
Por otro lado, Wikipedia registró mil visitas mensuales sobre las especies con máximos de 10.000 consultas. Estas cifras hacen pensar que personas ajenas a la investigación y a la apicultura se han interesado en el establecimiento de este insecto y sus consecuencias.
Del mismo modo, el índice de Google Trends sobre las dos especies por su nombre en italiano aumentó entre 2013 y 2020. De este modo Google Trends puede servir para monitorizar la presencia de la avispa de Asia en Italia y en España, ya que da la opción de analizar a nivel regional las búsquedas de las palabras. En este caso, si se explora Vespa velutina en una zona, es probable que hayan colonizado ese lugar.
Los análisis de Google y Wikipedia también servirían para entender la adaptación de la fenología, es decir, el ciclo vital de las especies invasoras y cómo les afecta al ocupar lugares desplazadas por el cambio climático. Las búsquedas en Google aumentaron entre abril y octubre, coincidiendo con los meses en los que se construye el nido, cuando las colonias son más grandes y la ciudadanía ve a las avispas. Aunque puede haber una correlación entre la observación de estos insectos y las consultas en Internet, es posible que las noticias publicadas o los cursos de conservación influyan también en la conciencia del problema.
Sin embargo, como estas avispas tienden a construir sus nidos en edificaciones, la ciudadanía puede confundirlas con las especies autóctonas, por lo que posibilita resultados erróneos y sería necesario comprobar su aparición.
Los investigadores concluyen que, si aumenta la conciencia de la ciudadanía, más personas serían capaces de identificar a las avispas invasoras en diferentes entornos. Además, la activación temprana de protocolos evitaría posibles daños.
Las avispas llegan a España
En 2011 las avispas asiáticas se vieron en Cataluña, País Vasco y Canarias. Debido a esta aparición en España, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente publicó Estrategia de Gestión, Control y Posible Erradicación del Avispón Asiático o Avispa Negra (Vespa velutina ssp. nigrithorax) en 2015. El equipo encargado de esta guía se basó en los datos de Navarra y País Vasco, donde empezó la invasión en 2010, para eliminar los nidos. Los responsables de la guía aconsejan que dicha eliminación de nidos se haga al inicio de la primavera y durante el verano porque la actividad es mayor y es más probable capturar a la reina. También recomiendan retirarlos antes que usar insecticidas químicos.
Algunas localidades han desarrollado sus propios métodos de captura. En Concello de Lallín (Galicia) llevan tres años repartiendo trampas a la ciudadanía e incluso han subido videos a Facebook y Youtube para explicar cómo construir el cepo y dónde colocarlo. En Asturias, la plataforma Stop Vespa velutina también enseña a reconocerlas.
REFERENCIA
Foto: Danel Solabarrieta