Sicilia es la primera escala europea de las hormigas rojas de fuego, una de las especies invasoras más dañinas del mundo

En 2019, algunas personas que vivían cerca de la ciudad de Siracusa, en el sureste de Sicilia, empezaron a acudir al médico con dolorosas picaduras de hormigas. En noviembre de 2022, un hombre envió una foto de una de estas hormigas a su amigo, Antonio Alicata, un experto en hormigas que colabora con la Universidad de Catania. Ahora, un estudio publicado en Current Biology por investigadores dirigidos por Roger Vila, del Institut de Biologia Evolutiva (IBE) de Barcelona, entre los que se encuentra Alicata, confirma que la hormiga pertenece a la especie Solenopsis invicta.

Comúnmente llamada hormiga roja de fuego, es la quinta especie invasora más dañina del mundo en cuanto a daños causados al medio ambiente, la agricultura y la salud humana. Puede destruir cosechas, competir con otros insectos, causar daños estructurales en edificios y su dolorosa picadura puede ser peligrosa para el ser humano. «La necesidad de una campaña de erradicación es urgente», afirma Mattia Menchetti, primer autor del estudio y estudiante de doctorado en la OIE.

Los investigadores encontraron 88 nidos repartidos en una superficie de cinco hectáreas. A mediados de agosto de 2023, se subió una nueva observación a iNaturalist, la plataforma de ciencia ciudadana, en la que se informaba de una presunta presencia de hormiga roja de fuego en una zona costera a casi seis kilómetros al sur de la zona infestada.

Los autores extrajeron todos los datos disponibles para obtener un mapa de idoneidad del hábitat, que muestra que actualmente en el 7% de Europa y el Mediterráneo las temperaturas y las propiedades del suelo soportarían la invasión de la plaga. Teniendo en cuenta el cambio climático, esta fracción podría aumentar hasta el 25% en 2050.

La organización social de las colonias de hormigas rojas de fuego puede ser una de las claves de su éxito como especie invasora. «Cada colonia tiene varias reinas que pueden volar, aprovechando los vientos para facilitar la dispersión de la población», explica Menchetti.

Además, las hormigas que pertenecen a colonias diferentes no compiten, como ocurre con muchas otras especies de hormigas. «Los nidos que encontramos forman una única supercolonia, con una población densa que puede ejercer un alto peaje en la biodiversidad de la zona», afirma Enrico Schifani, estudiante de doctorado de la Universidad de Parma y coautor.

En su hábitat nativo de Sudamérica, las hormigas rojas de fuego no muestran este comportamiento cooperativo entre colonias. Lo desarrollaron invadiendo otros territorios, como Estados Unidos. «Puede haberse visto favorecido por la menor variabilidad genética de las poblaciones importadas, que proceden de muy pocos individuos», observa Schifani.

Los análisis genéticos indicaron que Estados Unidos, China y Taiwán son las tres fuentes de introducción más probables. Los barcos procedentes de estos lugares podrían haber transportado las hormigas hasta el puerto de Augusta, a menos de 20 kilómetros al norte de Siracusa.

Los investigadores han alertado a las autoridades regionales, que ahora están obligadas por la normativa de la UE a atajar el problema. La erradicación se ha logrado en el pasado, en algunas partes de Australia y Nueva Zelanda. «Las erradicaciones que tuvieron éxito se llevaron a cabo principalmente en puertos, donde es más fácil trabajar», explica Menchetti.

En Australia, donde se están llevando a cabo dos campañas de erradicación fuera de los puertos, se pide a los ciudadanos que vigilen los jardines, informen de las hormigas sospechosas y lleven a cabo tratamientos con insecticidas. «Los esfuerzos de erradicación dependerán en gran medida de la capacidad de las instituciones para comprometerse con los ciudadanos y obtener su cooperación», afirma Menchetti.

REFERENCIA

The invasive ant Solenopsis invicta is established in Europe

Fuente: Nature