Las computadoras que juegan ajedrez ya nos han superado hasta la humillación. La batalla contra la Inteligencia Artificial ya hace años que está perdida. Incluso asusta su cósmica superioridad, sobre todo desde la llegada a los tableros La máquina de ajedrez Alphazero, una máquina que aprendió por sí misma a jugar a ajedrez, con un despliegue de Inteligencia Artificial abrumador. Pero, ¿dónde hemos quedado los humanos?
David Antón, jugador de élite, compite con los cerebros mejor amueblados del planeta, verdaderos prodigios protegiendo reyes de tablero. Tiene 24 años, así que acababa de nacer (o estaba a punto) cuando se produjo aquel histórico duelo entre el ruso Kasparov y la americana Deep Blue, una supercomputadora de IBM, que ganó en 32 movimientos la primera de las seis partidas disputadas en Filadelfia (Pensilvania).
Era el 10 de febrero de 1996. Aquel día, los telediarios de todo el mundo transmitieron lo ocurrido, porque algo importante más allá del ajedrez acababa de ocurrir. La victoria de Deep Blue anunciaba el advenimiento de una inteligencia superior a la humana. Un futuro en el que inclinaríamos la rodilla ante los grandes softwares capaces de vapulearnos en cualquier competición sin pestañear. Y así ha sido, AlphaZero y las otras máquinas con las que compite, son indiscutiblemente imbatibles, tanto, que ya ningún humano se enfrenta a ellas.
La máquina que ganó a Kasparov, Deep Blue, podía evaluar 200 millones de jugadas por segundo, y fue la primera computadora capaz de imponerse a un campeón de ajedrez. A AlphaZero, los 200 millones de jugadas por segundo de Deep Blue no le hacen ni cosquillas. AlphaZero es un sistema de aprendizaje profundo, lo último en el desarrollo de Inteligencia Artificial. Lo más básico, y lo que más impresiona, es que aprende sola.
“Hoy en día los jugadores ya no competimos contra máquinas porque la diferencia es abismal. Ningún humano está cerca del nivel de las mejores máquinas del mundo»
A AlphaZero le enseñaron las reglas del ajedrez y en solo unas horas alcanzó un nivel de entendimiento del juego superior al del mejor de los humanos. Además de los millones de cálculos por segundo que realiza, analiza millones de estrategias, así que no es solo “fuerza bruta”, La máquina de ajedrez Alphazero es llamativamente inteligente. Además, jugar al ajedrez manejando cualidades que creíamos exclusivas de los humanos: la intuición, la creatividad y la capacidad de arriesgar.
“Hoy en día los jugadores ya no competimos contra máquinas porque la diferencia es abismal. Ningún humano está cerca del nivel de las mejores máquinas del mundo», explica a QUO.es David Antón Guijarro. “AlphaZero se mostró muy superior al mejor programa hasta el momento, Stockfish. La diferencia entre ellos es que Stockfish, de código abierto, es programado por muchos informáticos que hacen un buen trabajo, pero aún así AlphaZero, basándose en la inteligencia artificial y el autoentrenamiento, consiguió una fuerza de juego muy superior”. Esto que explica David fue un duelo de titanes que tuvo lugar hace ya un par de años. El enfrentamiento entre la máquina hasta entonces imbatible, Stockfish, y la recién llegada AlphaZero.
AlphaZero juega como si estuviera loca. Y ha aprendido sola.
“AlphaZero impresionó no solo por el resultado, también por la forma en la que juega. En sus partidas publicadas mostró una comprensión dinámica del ajedrez que antes se podía intuir, pero nadie había podido demostrar con tanta profundidad”.
Lo más llamativo del modo en que juega, me dice David… es el sacrificio. “Sacrifica piezas que no esperas, con una compensación a largo plazo. Prioriza factores estratégicos”. Arriesga como si fuera un niño, y resuelve con estrategias que los expertos califican de “hermosas”.
El código con el que trabaja el cerebro de la máquina de ajedrez Alphazero no es abierto. De momento está solo en manos de Google, que adquirió DeepMind, la empresa que desarrolló AlphaZero en 2014. “Pero ya han salido otras IA parecidas, la que utilizamos ahora los jugadores para entrenar se llama Leela y parece que ha aprendido igual que AlphaZero, sola”.
Hace ya algunos años que existen torneos de ajedrez solo para máquinas: “Ahora mismo AlphaZero no compite, pero hay varias modalidades de competición en las que participan Leela y Stockfish. Parece que los informáticos que trabajan con Stockfish han conseguido ponerlo al nivel de las IA”, explica David.
El último Computer Chess Champion lo ganó Stockfish, es la competición mundial solo para máquinas. La imagen muestra los avatares de las distintas máquinas que compiten. Para David, la próxima cita es el Europeo del 17 de mayo. Solo para humanos, claro.