Sí, y tienen una frecuencia relativamente alta. Su localización entre órganos llevó a que hasta hace poco fuera difícil detectarlos. Es probable que una proporción importante de muertes por “ataque cardíaco” tenga su origen en complicaciones –muy poco específicas– derivadas de la existencia de estos tumores.
De hecho, aparecían en el 0,25% de las autopsias , y no es poco. Los tumores primarios (con origen en el tejido cardíaco) son mucho menos frecuentes que los generados como consecuencia de metástasis procedentes de tumores de otros lugares del organismo (mama, pulmón, melanomas, leucemias y linfomas, sobre todo).
Enviada por Ana Martín García, correo electrónico
Redacción QUO