«Este es el primer paso necesario para construir un modelo informático a gran escala del cerebro humano que nos ayudará a entender los procesos más difíciles de contemplar a simple vista”, asegura Olaf Sporns, uno de los coautores del estudio y neurólogo de la Universidad de Indiana. Y es que este lío de conexiones es, en realidad, el mapa de carreteras de nuestro órgano menos conocido: el cerebro.
Este hito ha sido posible gracias a una nueva tecnología no invasiva llamada diffusion spectrum imaging (DSI), mucho más precisa que los escáneres cerebrales (fMRI) al uso, y que permite estudiar el estado de las conexiones neuronales en personas con Alzheimer, esquizofrenia y autismo mostrando variaciones en su arquitectura cerebral en estas enfermedades tan complejas.
Esta investigación, publicada en la revista Plos Journal, muestra como el cortex cerebral está interconectado a través de una red de densas conexiones axonales «Esta información nos permitirá calcular la verdadera relación entre la anatomía cerebral y la dinámica cerebral. Esto significa que si sabemos cómo está conectado el cerebro, también podremos predecir qué hará», termina Sporns.
Redacción QUO