Gracias a un estudio elaborado por el Hospital La Paz de Madrid, a partir de ahora seremos más felices al comernos el pollo asado y mojar pan en su rica salsa ¿el motivo? Se ha desmontado el falso mito de que el pan engorda.
El estudio, realizado por la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del hospital madrileño, se ha basado en el análisis en dos grupos distintos de mujeres con sobrepeso u obesidad que han estado haciendo dieta durante 16 semanas. En la dieta de ambos grupos solo había una diferencia: unas podían comer pan y otras no.
Tras finalizar las 16 semanas, el estudio ha concluido que el consumo de pan no afecta para nada a la dieta, ya que tanto un grupo como otro perdió peso. Eso sí, aquellas mujeres que pudieron disfrutar del pan en sus comidas, abandonaban menos que las otras, pues tenían mayor sensación de saciedad en las comidas.
Según la responsable de la Unidad de Nutrición, Carmen González Candela, «no se justifica la exclusión del pan en las dietas«. Además, la misma responsable ha animado a que se siga manteniendo la ingesta de proteínas y de azucares, pues según argumenta: «todos los alimentos han de estar presentes en su justa medida«.
Han asegurado que también es importante recuperar las antiguas técnicas de cocina y compra, las cuales, al igual que el ejercicio, caen cada día más en desuso.
Los datos del pan en España
A pesar de estas recientes buenas noticias, el sector del pan está de capa caída en España. Cada año, baja su consumo de forma sistemática, situándose nuestro consumo muy por debajo de la media general europea. En Castilla y León, por ejemplo, el consumo del 2009 fue de 50,5 kilos por hogar, muy por debajo de los 220-250 gramos diarios que se suelen aconsejar.
El pan y sus distintas variedades
Dentro de todas las gamas diferentes de pan que van al horno cada día, Gómez Candela explica que el integral es más recomendable por la cantidad de fibra que posee el alimento pero que «engordar, engordan exactamente lo mismo».
El pan de molde, en su caso, está emulsionado con distintas grasas, por lo que sus beneficios no son muy altos. De hecho la responsable de la investigación aconseja tenerlo como «una opción puntual», al igual que el pan tostado, ya que al ser deshidratado tiene más calorías.
Redacción QUO