The Lancet destapó hace año y medio el fraude científico que atribuía a la vacuna triple vírica el aumento de casos de autismo, y ahora una revisión de 1.000 estudios de investigación hecho por un panel federal de expertos en Estados Unidos lo confirma: “La vacuna contra el sarampión, la rubéola y las paperas no provoca autismo ni tampoco diabetes tipo 1”, concluye Ellen Wright Clayton, jefa del comité y profesora de Pediatría y directora del Centro de Ética Biomédica de la Universidad Vanderbilt, en Nashville.
El Departamento de Salud y Recursos Humanos pidió a los expertos que evaluaran si existía evidencia científica sobre los eventuales efectos colaterales de la inmunización con el objetivo de guiar el Programa de Compensación de Lesiones por Vacunas. Para ello analizaron las más comunes, desde la triple vírica hasta la de la gripe, y las más recientes, como la del Virus del Papiloma Humano, VPH, que protege contra el cáncer de cuello de útero y las verrugas genitales. El efecto colateral más frecuente suele ser una reacción alérgica que se produce poco después de la inyección.
El metaanálisis no dice que no existan secuelas, sino que estas son pasajeras. Como explica Juan José Picazo, jefe de Microbiología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, “las vacunas no son productos inocuos, en algunas personas pueden provocar efectos adversos de baja intensidad”, y en cualquier caso “son una mal menor frente el riesgo de desarrollar una enfermedad si no se vacunan”. Sí se producen efectos más relevantes en personas con problemas de salud previos. En la revisión que han hecho de los estudios, los expertos encontraron que la vacuna triple vírica puede producir una forma rara de inflamación cerebral entre las personas con deficiencias graves del sistema inmune. Al contrario de lo que pregona el movimiento antivacunas, el beneficio de aplicarse un tratamiento preventivo es claro, según la evidencia científica. De hecho, las vacunas, después de las medidas relacionadas con la higiene, se considera, según los expertos, la iniciativa de salud pública que más vidas ha salvado en la historia de la humanidad, hasta el punto de erradicar enfermedades antes devastadoras.
Redacción QUO