La osteoporosis es una enfermedad esquelética producida por una disminución de la masa ósea, lo que provoca que los huesos se vuelvan más frágiles y se rompan con facilidad. Y se calcula que en España la padecen 3,5 millones de personas. Pero la posible solución a este trastorno podría encontrarse en las astas de los ciervos, según los resultados de un estudio realizado por Peter Yang, un cirujano ortopédico de la Universidad de Stanford.
Las astas de los ciervos tienen una velocidad de crecimiento que es única en el reino animal. Brotan en primavera y, al llegar el verano, comienzan a crecer a un ritmo de dos centímetros diarios, para estar totalmente desarrolladas antes del invierno.
El investigador y su equipo tomaron muestras de astas que todavía estaban en el proceso de desarrollo (una fase en la que su textura se asemeja a la del cartílago), e identificaron dos genes involucrados en su desarrollo. El primero, llamado uhrf, es el responsable de la rápida proliferación de las células que forman el hueso. Y el segundo, s100a10, está vinculado a la dureza que adquiere el tejido del hueso al desarrollarse.
Los humanos también portamos ambos genes, así que los investigadores creen que podrían servir para desarrollar futuros tratamientos contra la osteoporosis. De hecho, cuando realizaron un experimento con ratones, estimulando la expresión de dichos genes, observaron que la densidad de los huesos de los cobayas aumentaba.
Fuente: Telegraph.