Seamos sinceros. La calvicie solo le sienta bien a Zidane y a Yul Brynner. Por ese motivo, a la gran mayoría de los hombres les preocupa mucho la pérdida del cabello. No es de extrañar, por tanto, que proliferen tantos supuestos tratamientos contra la alopecia.

Pero, curiosamente, ahora ha aparecido uno que viene avalado por un estudio científico. Ya que un experimento realizado en la Universidad de Yale (y cuyos resultados se publicaron en JCL insight) permitió comprobar que, a la mitad de los voluntarios que participaron en él, les volvió a crecer el cabello después de tomar un fármaco conocido como Tofacitinib, que se utiliza para tratar varios tipos de artritis. Anteriormente, ya se había demostrado su efectividad con ratones.

Los autores del estudio aclaran, eso sí, que los efectos de este fármaco solo son positivos para aquellos pacientes que padecen una variedad de alopecia conocida como areata, y que se caracteriza porque la caída del cabello va ocasionando pequeños claros en distintas áreas de la cabeza.

Se podría decir que el hallazgo supone una buena noticia para quienes sufren esta afección. Pero hay que ser cautelosos, porque dicho medicamento puede tener efectos secundarios muy adversos. Tal y como explica George Cotsarelis, investigador en dermatología en la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania, este tratamiento puede provocar hipertensión e infecciones en las vías respiratorias y, en los casos más extremos y graves, algunos tipos de cáncer.

Por ese motivo, los especialistas avisan de que no hay que consumir este fármaco alegremente, y que conviene esperar a nuevos estudios que confirmen su efectividad para el tratamiento de la alopecia en personas, y que muestren más claramente sus posibles riesgos.

Vicente Fernández López