¿Cómo combatir la obesidad? No es una pregunta fácil de responder. Sobre todo porque, tal y como se deduce de los resultados de un estudio realizado por la Universidad de Brown, no todos los obesos son iguales. Tal y como explican los investigadores, no es lo mismo un niño que tiene problemas de sobrepeso a los cinco años de edad, que un adulto que llega a ser obeso a los 65.
Los autores del estudio realizaron un seguimiento a casi 3.000 pacientes de ambos sexos, que se sometieron a cirugía para reducir su peso corporal. Y llegaron a la conclusión de que podían establecerse cuatro tipos diferentes de obesos.
Los del primer grupo serían aquellos con niveles muy bajos del llamado colesterol bueno en su organismo, y con niveles muy altos de glucosa en su sangre. De hecho, el 98% de los pacientes clasificados en este grupo eran diabéticos.
En el segundo grupo se encontrarían las personas con desórdenes alimenticios. Y en el tercero aquellas personas que son obesas desde su infancia, y que puntúan un 32 en el índice de masa corporal (se considera que un 25 ya es indicador de sobrepeso).
En el cuarto grupo se englobarían a aquellas personas que pese a no padecer trastornos alimenticios aparentes, ni padecer problemas metabólicos, acaban volviéndose obesas. Tal vez por hábitos como el sedentarismo.
Los investigadores también observaron que aunque la cirugía hizo que todos ellos perdieron peso, la reducción fue más notable en los miembros del segundo y cuarto grupo.
Para los autores del estudio, tener en cuenta estas diferencias es esencial a la hora de enfrentarse al problema del sobrepeso. Tal y como explican, no existe una solución mágica para la obesidad. Pero, si existiese, seguramente sería diferente para los pacientes de cada grupo.
Fuente: Futurity.org