Ya nada nos sorprende, hemos oído de todo: que es bueno introducirse ajos en la vagina (¡NO!), formas imposibles de tomar un zumo, o la desagradable placentofagia. Pero hay otras prácticas que parecen más inocuas pero aún así pueden tener consecuencias negativas para nuestra salud.
Hablamos de la moda del carbón activado. Lo hemos visto en hamburguesas, helados y pizzas, en mascarillas y hasta la refinada pastelería francesa se ha lanzado con ello. Para muchos simplemente es curioso, porque ¿a quién no le llama la atención una hamburguesa con el pan negro? Pero su popularidad también se debe a varios supuestos beneficios para la salud que se le atribuyen.
Por eso han surgido las pastas dentales y los polvos de carbón para el cepillado dental, la eliminación de manchas y, según se afirma, al blanqueamiento dental. La popularidad de estos cosméticos está aumentando en muchos países de todo el mundo. Muchos pacientes piden consejo a profesionales sobre el uso y los beneficios del carbón activado en sus dientes y hasta ahora solo podían recibir consejo basado en experiencias personales.
Gracias a una revisión publicada recientemente en el British Dental Journal, tenemos datos y sabemos que la realidad es que el carbón activado en realidad puede causar caries y manchas entre otras cosas.
Las razones y los problemas de estas pastas de dientes son múltiples. Por ejemplo, su clara falta de flúor. Este elemento puede ser tóxico en las dosis equivocadas, pero los niveles bajos que se encuentran en la mayoría de las pastas de dientes son un ingrediente clave, que previenen las caries y remineralizan los dientes para fortalecerlos.
Otro problema es el nivel de abrasividad que se encuentra en estos productos. Los investigadores señalan que a menudo es mucho más alto que el de las pastas dentales normales. Por lo tanto, cuando se usan regularmente, podrían dañar el esmalte y las encías.
Hay que saber también que aunque últimamente haya un interés en auge en la pasta dental con carbón, se ha utilizaba como un producto de higiene oral desde la época de los antiguos griegos y también existen registros de su uso en muchas otras partes del mundo.
Aún así, los autores del estudio aconsejan que, si queremos tener una bonita sonrisa y ningún dolor de muelas, lo mejor atenerse la pasta de dientes estándar a base de flúor y acudir al dentista regularmente.