Un importante estudio dirigido por investigadores de las universidades McMaster y Dalhousie descubrió que la reducción del consumo de carne roja y procesada tiene poco impacto en la salud. Para llegar a esta conclusión, un panel de científicos internacionales revisó sistemáticamente la evidencia y ha recomendado que la mayoría de los adultos continúen comiendo sus niveles actuales de carne roja y procesada.
Los investigadores realizaron cuatro revisiones sistemáticas centradas en ensayos controlados aleatorios y estudios observacionales que observaron el impacto de la carne roja y el consumo de carne procesada en los resultados cardiometabólicos y del cáncer. En una revisión de 12 ensayos realizadas con 54.000 personas, los investigadores no encontraron una asociación estadísticamente significativa o importante entre el consumo de carne y el riesgo de enfermedad cardíaca, diabetes o cáncer.
En otras tres revisiones sistemáticas de estudios que siguieron a millones de personas, se observó una reducción muy pequeña en el riesgo entre aquellos que consumían tres porciones menos de carne roja o procesada a la semana, pero la asociación era incierta.
Las revisiones se han publicado en Annals of Internal Medicine.
Gordon Guyatt, líder del estudio señaló que el grupo de investigación, un panel de 14 expertos de siete países, utilizó una metodología de revisión sistemática rigurosa, para pasar de la evidencia a las recomendaciones dietéticas.
“Existe un interés mundial en la nutrición y el tema de la carne roja en particular – señala Guyatt en un comunicado –. Las personas deben poder tomar decisiones sobre su propia dieta en función de la mejor información disponible”.
Por su parte, Bradley Johnston, coautor del estudio, afirma que su trabajo es contrario a muchas pautas nutricionales actuales.
“Este no es solo otro estudio sobre carne roja y procesada – concluye Johnston –, sino una serie de revisiones sistemáticas de alta calidad que resultan en recomendaciones que creemos que son mucho más transparentes, robustas y confiables. Nos centramos exclusivamente en los resultados de salud, y no consideramos el bienestar animal o las preocupaciones ambientales al hacer nuestras recomendaciones”.
Juan Scaliter