«Buenas tardes, ¿me da una hamburguesa de cuarto de libra?». «Por supuesto. ¿La quiere con queso y bacteria?». «Con bacteria pero sin queso». De acuerdo, es solo una broma, pero este diálogo absurdo podría muy pronto no estar demasiado alejado de la realidad porque, tras la carne transgénica, llega ¡la carne bacteriológica!
Un equipo de investigadores del departamento de Ciencias Agrícolas, Nutricionales y Alimentarias de la Universidad de Alberta (Canadá), ha encontrado la manera de incorporar bacterias beneficiosas en la carne de las hamburguesas que neutralizan la acción de otros orgnaismos nocivos para nuestra salud como la Escherichia coli.
La bacteria Escherichia Coli es un organismo infeccioso que vive en la parte externa de la carne por lo cuál es fácil eliminarlo con el calor cuando freímos un filete o una chuleta. Más difícil resulta en las hamburguesas, ya que se preparan con carne molida, lo que hace que la parte externa e interna estén mezcladas y confundidas, y por tanto la bacteria puede aparecer en el interior de la pieza.
Pero ahora, los científicos canadienses están buscando la manera de eliminarla añadiendo a la carne otros microorganismos beneficiosos muy similares a los que ya se emplean en los productos lácteos, y que resultan letales para la Escherichia coli.
Vicente Fernández López