Santiago Ramón y Cajal sigue vivo en nuestra memoria. También en el escenario, desde donde, con la forma de un títere, cuenta su vida y el secreto de su éxito a todos aquellos interesados en el estimulante mundo de la ciencia. Desde su etapa escolar hasta la investigación que le valió el premio Nobel de Medicina, su genial historia es el mejor ejemplo de cómo encauzar la curiosidad por la naturaleza hacia la mejor producción científica. El creador de la propuesta de Los Títeres de la Tía Elena, Adolfo Ayuso, es uno más de los interesantes invitados que forman parte de la jornada “Comunicar la neurociencia”, pensada para incrementar la formación en el campo de la divulgación científica. Su obra es uno de los numerosos ejemplos de neurodivulgación que conocerán los asistentes el próximo 3 de octubre en Zaragoza.
A través de originales talleres y del repaso de casos prácticos, periodistas y científicos analizarán las claves para hacer una buena divulgación en el campo de la neurociencia. El tema es de una importancia capital en una sociedad que está cada vez está más influenciada por los grandes avances de un campo en plena expansión. Varios periodistas de prestigio mantendrán un diálogo sobre el tema con una selección de científicos españoles dedicados al campo de la neurociencia, con el objetivo de que los avances lleguen al público con la mayor calidad.
Andrés Masa Negreira
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