Solo nos hacía falta la prueba científica para demostrarlo: el bolsillo afecta al corazón. Según un estudio publicado este lunes en Archives of Internal Medicine, quedarse en situación de desempleo entre los 50 y los 60 años aumenta significativamente el riesgo de padecer un infarto de miocardio.
El estudio fue realizado en 13.451 personas con una edad comprendida entre los 51 y 75 años en Estados Unidos. Desde 1992, los participantes fueron entrevistados cada dos años para conocer su estado laboral y de salud. Según los datos, los ataques al corazón eran más comunes (27%) en personas mayores que habían perdido recientemente su trabajo, independientemente del tipo de ocupación. El efecto, además, es acumulativo. La posibilidad de padecer un infarto aumentó considerablemente (63%) en aquellas personas que habían perdido cuatro o más empleos.
Según la investigadora Linda George, de la Duke University (Carolina del Norte): «Esto es grave y de una importancia similar al de otros factores bien conocidos de riesgo como el tabaquismo y la obesidad«, y añade: «creemos que el estrés es el responsable, perder un empleo genera una carga mayor que tener un trabajo estresante».
Los expertos recomiendan que lo mejor al encontrarse en esa situación es continuar llevando una vida activa, hacer deporte y mantenerse, a pesar de las circunstancias, centrado y comprometido mentalmente. «Estudiar en casa, trabajo de voluntariado, ayudar a un vecino, bricolaje, o tal vez incluso un poco de jardinería vienen bien. Si estás en esa situación, hazte pro-activamente ingenioso…».
Redacción QUO