Paso 1. Calentar la orina hasta que destile un aceite rojo, y luego, recogerlo con cuidado.
Paso 2. Volver a hervir la orina, para evaporar casi toda el agua y concentrarla hasta obtener un jarabe.
Paso 3. Dejar enfriar ese residuo sólido restante que presenta la apariencia de una parte superior negra y gomosa y una fracción inferior salina.
Paso 4. Retirar la fracción inferior salina.
Paso 5. Mezclar el aceite rojo que obtuvimos al principio con la fracción negra.
Paso 6. Calentar 16 horas, hasta que del residuo emane un humo blanco, que al enfriarse se condensa como un líquido denso.
Paso 7. Ese líquido denso es el fósforo blanco, que se lava con agua fría para que se solidifique.
Paso 8. Y así, obtendremos: Fósforo
Redacción QUO