La calvicie puede tener los días contados si sigue prosperando la investigación que Angela M. Christiano, del Columbia University Medical Center (CUMC) está llevando a cabo. Christiano ha basado su trabajo en el papel que las células de la dermis papilar de los roedores juegan en la formación y crecimiento del cabello. En la fase de cultivo, estas células tienden a agruparse, lo que favorece la interacción entre ellas con el consiguiente envío de señales para la creación de nuevos folículos capilares, según el estudio publicado en Proceedings of the National Academy of the Sciences.
Los investigadores ahora están trabajando para intentar recrear esas mismas condiciones en el ser humano. De momento, han clonado las células de la dermis capilar de siete donantes y la han injertado en una zona de piel humana que previamente se había transplantado en la espalda de un ratón. En cinco de los siete casos se observó crecimiento de pelo. Un análisis de ADN posterior confirmó que, efectivamente, se trataba de cabello humano.
Las técnicas tradicionales de implante capilar se basan en la extracción de unidades foliculares de zonas donde hay cabello y transplantarlas a las áreas donde se ha perdido. La investigación de Angela M. Christiano y su equipo supone un importante avance en la lucha contra la calvicie porque se basa en la creación de nuevos folículos y no en la reutilización de los ya existentes.
Redacción QUO