«Levántate y anda…» Tranquilidad que no vamos a hablar de ningún milagro, aunque la cita de los evangelios nos viene que ni pintada. Porque la ciencia ha conseguido que un parapléjico polaco vuelva a caminar. ¿El medio? Pues… estaba escondido en su nariz en forma de células.
Pawel Tabakow, neurocirujano del hospital de Baviera, ha dirigido el equipo que ha transplantado células de la cavidad nasal (conocidas como glía envolvente olfativa) de un parapléjico polaco llamado Darek Fidyka, para implantarlas en su médula espinal.
Tras extraer las células, los cirujanos quitaron uno de los bulbos olfatorios y cultivaron las células. Dos semanas después las trasplantaron dichas células hasta la médula del paciente. Para ello tuvieron que realizar cien microinyecciones alrededor de la lesión muscular que sufría Darek (producida por las puñaladas que había recibido años atrás). Finalmente, se extrajeron también cuatro tiras de tejido nervioso del tobillo del paciente para colocarlo sobre la médula espinal.
Tres meses después de la intervención comenzó a crecer músculo en el muslo izquierdo de Darek. Y seis meses más tarde, Fidyka logró dar sus primeros pasos, con la ayuda de unas barras paralelas, con soportes para sus piernas y asistido por un fisioterapeuta.
Ahora, cuando han pasado ya dos años de aquella intervención, los médicos que le trataron anuncian que Darek ya camina fuera del centro de rehabilitación, aunque tiene que valerse de un andador, y ha recuperado la función sexual.
Lo dicho, un milagro de la ciencia.
Redacción QUO