Tras un par de misiones fallidas para reabastecer a los astronautas de la Estación Espacial Internacional, los astronautas recibieron este domingo suministros y víveres gracias a una nave rusa. El cohete partió hacia la ISS el pasado viernes desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán) con más de 2700 kilos de alimento, combustible, agua, oxígeno y otros suministros.
En un tuit, la Estación Espacial Internacional bromeaba con el asunto: «la tripulación afirma que se siente como si fuese navidad en pleno mes de julio».
A pesar de que el envío de provisiones a la ISS es una misión de lo más rutinaria, los últimos intentos de llegar hasta la Estación fracasaron, por lo que no es extraño que los astronautan sientan alegría al ver llegar sus víveres. El pasado mes de junio, un cohete no tripulado de SpaceX explotó tras partir desde Cabo Cañaveral (Florida). Llevaba equipos para filtrar el agua, provisiones para la tripulación, un traje espacial, comida, agua y material para realizar experimentos. En abril, otro cohete ruso quedó fuera de control tras su lanzamiento y se perdió ropa para la tripulación, material para una caminata espacial, propulsores y otros suministros. No han sido las únicas ocasiones, en octubre de 2014 la NASA se vio obligada a destruir otra nave con destino a la ISS tras detectar un problema en el lanzamiento.
A pesar de que los habitantes de la Estación Espacial tenían ya el miedo en el cuerpo, aseguraban que, bien administrados, tenían suministros hasta finales de 2015. Aunque les preocupaba el tema del agua. Por fortuna, en esta ocasión la misión ha sido un éxito.
Fuente: theverge.com
Redacción QUO