Cada año mueren de malaria medio millón de personas. Y la mitad de la población del planeta se encuentra en regiones con riesgo de infección. Por lo tanto una vacuna contra la malaria resulta un desarrollo bienvenido y deseado.
Estos días la Agencia Europea de Medicamentos, EMA, ha dado luz verde a una nueva vacuna contra este enfermedad, asegurando que su uso es eficaz en bebés con riesgo de contraerla. Solo resta saber si la Organización Mundial de la Salud, OMS, lo aprobará a finales de año. Y el debate parece ser muy arduo.
La vacuna RTS, S, también llamada Mosquirix, ha sido desarrollada por la compañía farmacéutica británica GlaxoSmithKline y está parcialmente financiada por la Fundación Bill y Melinda Gates. Mosquirix no es la única vacuna existente, anteriormente, la estadounidense Sanaria había creado PfSPZ que era igual o aún más eficaz en la prevención de la infección por malaria. Sin embargo Mosquirix es la primera en llegar tan lejos a lo largo del proceso de aprobación.
LA RTS,S ayuda a prevenir la infección del Plasmodium falciparum, uno de los parásitos más letales de la malaria. La vacuna induce al cuerpo a producir una mayor cantidad de anticuerpos para evitar que el parásito infecte el hígado. Específicamente diseñada para combatir la infección en niños, no contempla un uso por parte de adultos.
El problema es que en los primeros resultados de un ensayo clínico se demostró que tres dosis de la vacuna podrían reducir el riesgo de infección a la mitad en niños de entre 5 y 17 meses de edad. En los bebés más pequeños, entre 6 y 12 semanas, la infección se redujo en sólo un 30%. Y, por si fuera poco,con el tiempo, la eficacia de Mosquirix disminuye, a menos que los niños reciban una dosis de refuerzo. Aún así, las probabilidades de contraer la malaria o morir, no cambiaron en absoluto.
No resulta extraño que algunos científicos estén preocupados de que los costos potenciales asociados con una vacuna tan compleja y, para qué negarlo, un tanto ineficaz puedan ser mayores que los beneficios. Sin embargo, África está en necesidad desesperada de una vacuna contra la malaria, aunque sea sólo parcialmente eficaces. «Esta vacuna podría significar que muchos niños tendrán sólo dos episodios de malaria al año en lugar de cinco,» explicaba el Dr. Martin De Smet, un experto en malaria de Médicos Sin Fronteras, en una reciente entrevista. La OMS debe decidir si eso es justificación suficiente para recomendar Mosquirix al público.
Juan Scaliter