Ha sido trasplantado a una niña de tres años que sufría hidrocefalia, una enfermedad que se caracteriza por la acumulación excesiva de líquido en el cerebro y cuyos síntomas son perturbaciones visuales, problemas de coordinación, vómitos, náuseas y dolor de cabeza, entre otros.
Aún sin tratamiento conocido, la impresión de cráneos en 3D es de momento la solución. De hecho, ya el año pasado se fabricó en Utrecht, Holanda, un cráneo de plástico con esta técnica para salvar a una joven de 22 años.
EL DATO: 1957 fue cuando SALOMON HAKIM diagnosticó el primer caso de hidrocefalia normotensiva.
Redacción QUO